El presidente Barack Obama celebró el primer aniversario de la muerte de Osama Bin Laden en medio de un oscuro hangar en la base americana de Bagram, a las afueras de Kabul. Con una fila de blindados de fondo, uno adornado con una bandera de Estados Unidos, Obama se dirigió este martes a sus votantes en horario de telediario para recordar su hito.
"Hace un año, desde una base de aquí en Afganistán, nuestras tropas lanzaron la operación que mató a Osama Bin Laden. El objetivo que puse, derrotar Al Qaeda y evitar que se reorganice, está a nuestro alcance", proclamó el presidente. "Mis conciudadanos, hemos vivido más de una década bajo la oscura nube de la guerra. Y aquí, en la oscuridad antes del alba de Afganistán, podemos ver la luz de un nuevo día en el horizonte", dijo ante las cámaras el presidente, iluminado por potentes focos y con una solemnidad que recordaba al 'Misión Cumplida' de George W. Bush en Irak.

Unas horas antes, el presidente también habló ante unos 3.000 soldados e insistió: "Hace un año por fin llevamos a Osama Bin Laden ante la Justicia". Los militares jalearon la mención del terrorista asesinado por las fuerzas especiales. "Eso sólo sucedió porque cada uno de vosotros hizo su trabajo", recalcó Obama.
El viaje a Afganistán era un acto simbólico más que sustancial. La excusa era firmar un acuerdo de colaboración con Hamid Karzai en un viaje nocturno, en un horario adaptado para las televisiones de Estados Unidos. El pacto, firmado después de la medianoche en Afganistán, es un compendio de diez páginas donde Washington promete que ayudará una década más cuando la OTAN retire sus tropas de combate, en 2014, pero da pocos detalles sobre cómo será esa cooperación o cuánto dinero habrá para los afganos.
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