
El ya nuevo presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, ha propuesto este miércoles a los consejos de administración del grupo la entrada del Estado en el capital de la matriz de la entidad, Banco Financiero y de Ahorro (BFA). La operación, impulsada por el Gobierno, se realizará a través de la conversión de la ayuda de 4.465 millones de euros que la entidad recibió del primer Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) en acciones, con lo que el Estado pasará a controlar tanto BFA como la propia Bankia, la cuarta entidad del país con más de 10 millones de clientes y 340.000 millones en activos.
BFA está controlada al 100% por Caja Madrid, Bancaja y las otras cinco cajas de ahorros que formaron parte en la fusión. Esta entidad, que de momento es el mayor accionista de Bankia con el 45,3% de su capital, es el banco malo donde se acumulan los activos inmobiliarios del grupo y, según los planes que maneja el Banco de España y el Gobierno, podría necesitar entre 7.000 y 10.000 millones para limpiar el ladrillo.
Tras la conversión de la ayuda del FROB, este organismo, dependiente del Banco de España, controlará el 56% de BFA. Sin embargo, el Estado podría llegar a alcanzar el 100% si el capital actual de la matriz de Bankia se destina a provisiones, algo a lo que podría verse forzada para cumplir con los mínimos de capital exigidos por el Gobierno para reforzar la cobertura de los activos problemáticos.
La propuesta de Goirigolzarri, cuyo nombramiento como sustituto de Rodrigo Rato, que ha sido presentada hoy a el consejo de administración de Bankia y al de BFA, debía lograr el apoyo de los consejeros en estas dos reuniones. A partir de ahora, el grupo tiene que comunicárselo al FROB, que de aprobarlo debe a su vez informar a Bruselas para ponerlo en marcha. Desde el Ejecutivo, fuentes del Ministerio de Economía han señalado que están a la espera de ver cuál es la decisión que toman los consejos de la entidad y declinan comentar hasta entonces la decisión de Goirigolzarri.
La nacionalización parcial de Bankia, de llevarse a cabo, supondrá ampliar a cuatro las entidades financieras bajo tutela del Estado, bien porque han sido intervenidas o porque el Estado ha tomado el control del máximo de su capital: Banco de Valencia, Novagaliciacaixa y CatalunyaBanc. Todas ellas están en proceso de adjudicación. Con Bankia, además, ya son siete entidades las que han acabado sucumbiendo a los envites de la crisis y han tenido que ser rescatadas por el Estado. Además de las mencionadas, desde 2008 han caído CCM, Cajasur, CAM y Unnim. Tras un proceso de saneamiento han pasado a caer en manos de Cajastur (Liberbank), BBK, Sabadell y BBVA.
La entrada del Estado en BFA dará toda la libertad al nuevo presidente para nombrar un nuevo consejo diferente al actual, en el que los políticos y representantes sindicales son mayoría. Además, la opción de convertir la ayuda del FROB en capital y que el Estado pase a tomar el control del banco malo de Bankia evita tener que poner más dinero público para sanear la entidad.
El relevo de Rato, una salida forzada por el Gobierno, y la puesta en marcha del plan de saneamiento de Bankia se ha acelerado en los últimos días después de la negativa de los auditores de firmar las cuentas de 2011 que situaban el capital de BFA en 3.500 millones. El rechazo de Deloitte, que llevaba varios años supervisando los resultados del grupo, fue debido al hallazgo de un importante desfase entre lo que BFA decía que valía y su situación real. Este déficit patrimonial debe ser cubierto lo antes posible para seguir funcionando.
Con su planteamiento de dar entrada al Estado en el capital de BFA, Goirigolzarri asume las tesis deDeloitte de que la matriz de Bankia tiene un capital inferior a lo que afirmaba en sus cuentas y urge cubrir este agujero, para lo que contará con los 4.465 millones del FROB.
Desde el punto de vista del Estado, la conversión del crédito del fondo en acciones supone que un capital que computaba como deuda pública puede acabar también contando para calcular el déficit si, a cierre de año, la Administración no ha recuperado su dinero. Este extremo podría lastrar aun más los esfuerzos del Ejecutivo para reducir el déficit junto a un entorno de recesión y auge persistente del paro. Con la operación, de su lado, Bankia no tendrá que seguir abonando los intereses del 7,75% que pagaba por la ayuda.
El nuevo presidente cuenta para llevar a cabo el saneamiento con todo el apoyo del Gobierno, tal y como reiteró ayer el propio Ministerio de Economía a través del comunicado en el que lanzó un mensaje de tranquilidad a los clientes sobre la solvencia de Bankia. Aunque Goirigolzarri fue propuesto oficalmente por Rato, el ex consejero delegado del BBVA ha sido desde el principio la opción preferida por el Ejecutivo para tomar las riendas de una entidad que está taponando la estrategia de salida de la crisis para el conjunto del país.
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