A menos de 48 horas de producirse, el Gobierno ha transmitido a Zarzuela la necesidad de cancelar el viaje que pasado mañana iba a hacer doña Sofía al castillo de Windsor. Allí, junto a monarcas de todo el mundo, la reina Sofía se disponía a celebrar el 60 aniversario de la llegada al trono de Isabel II.
El Palacio de la Zarzuela ha anunciado la cancelación a través de un SMS a los medios de comunicación, en el que ha informado de que el Gobierno ha considerado "poco adecuado que en las circunstancias actuales" Doña Sofía asista a los actos de conmemoración.
La cancelación del viaje de la Reina colea desde que hace diez días el Gobierno de Gibraltar anunció las fechas de la próxima visita del príncipe Eduardo y su esposa, Sophie Rhys-Jones, a la La Roca. El hijo pequeño de Isabel II irá al Peñón del 11 al 13 de junio para celebrar el Diamond Jubilee de su madre.
Hace exactamente una semana, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo señaló que el viaje de doña Sofía al Reino Unido era de carácter "privado", y que por tanto no había que impedir su asistencia a pesar de la protesta formal que el Ministerio de Asuntos Exteriores emitió el pasado jueves.
Hoy, sin embargo, se han producido dos nuevos hechos que han colmado el vaso de la paciencia de Madrid: un nuevo incidente con Gibraltar, quereclama las aguas territoriales junto a la Roca, y la decisión de Londres de utilizar para los fastos del 60 aniversario a la banda de música del Regimiento militar de Gibraltar. Demasiado como para que el viernes la reina Sofía se siente en el Palacio de Windsor a celebrar esos fastos.
En 1981, cuando el Príncipe de Gales contrajo matrimonio con Diana Spencer, los Reyes cancelaron su asistencia a la boda porque la pareja anunció que pararía en Gibraltar durante la luna de miel. Hace menos de tres años, la visita de la Princesa Ana, hermana del Príncipe Eduardo, provocó una enérgica protesta del Gobierno español.
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