La cacerolada a la que han convocado el movimiento 15-M y cuyo propósito era llegar hasta el edificio de La Bolsa, se ha encontrado cercada entre dos frentes, rodeados de antidisturbios. Los manifestantes, en torno a los 300, aguardan sentados y pasándose unos a otros los teléfonos de los abogados del movimiento. También corearon consignas como "¡Esto es un corralito!". Sobre las diez de la noche, cerca de una hora después, se abrió la columna de agentes. Los indignados regresaron a Sol, donde continuaron la protesta. No se ha producido ningún incidente ni ninguno de los miembros de la protesta ha sido detenido.

Las dos columnas de policías también han dejado atrapados a los clientes de un restaurante, el Nirvana, y el cordón está muy próximo a la Puerta del Sol.
Los instrumentos de los idignados para la protesta eran de lo más variopinto, incluido una especie de xilófono hecho con huesos de cordero. La argumentación de los presentes era que la subida d ela prima de riesgo por encima de los 500 puntos va a propiciar un mayor número de recortes.
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